Recientemente adapté a un paciente que tiene demencia y destreza limitada. Para él establecer una rutina con los audífonos ha sido todo un reto. Su esposa lo ha acompañado a todas las citas y ha hecho todo lo posible para asumir la responsabilidad del cuidado y mantenimiento diario de los instrumentos.
Sin embargo, dos meses después de iniciado el proceso, se me acercó y me explicó que estaba teniendo dificultades para realizar un seguimiento de lo que había que hacer. Como no es ella quien usa los audífonos, le resulta difícil saber qué tan bien están funcionando. Nos reunimos y desarrollamos un plan semanal para los audífonos.
Llevó su calendario a la oficina y comenzamos a marcar las siguientes cosas: Todos los miércoles y domingos escribíamos “Pilas”. Decidimos que cuando cambiara las pilas quitaría la pequeña etiqueta adhesiva y la colocaría en el calendario ese día, para que no hubiera dudas sobre si las habían cambiado. Además, todos los miércoles escribimos "Filtro". Este fue su recordatorio para cambiar ambos protectores anticerumen de los audífonos. Luego, una vez hecho, tachaba la palabra "Filtro".
Después de dos semanas de esto, el sistema parece estar funcionando eficazmente. El paciente escucha mejor y la esposa se siente segura de que está cuidando adecuadamente los audífonos.
Aunque reconocemos que es posible que esté cambiando las baterías y los filtros con más frecuencia de lo necesario, esto garantiza que los audífonos funcionen de manera óptima en todo momento. Para la esposa del paciente, que tiene que afrontar muchas exigencias y factores estresantes todos los días, desarrollar un horario y marcarlo en el calendario le ha proporcionado una forma sencilla de mantener los audífonos para su marido.
Por la Dra. Julie Boiano Ambrose, CCC-A